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sábado, 23 de enero de 2016

HISTORIA SOBRE LA DANZA ORIENTAL


  La danza oriental es una danza milenaria de orígenes inciertos, ya que carecemos de suficiente documentación para contractar la información al respecto. Algunos barajan la posibilidad de que naciera en la India u Oriente Medio, pero, en mi opinión es más posible su ascendencia egipcia.

En la antigüedad existían danzas de culto a la a las divinidades de la fertilidad de la tierra y de la mujer, al igual que siguen existiendo en algunas sociedades tribales actuales.


Podemos establecer semejanzas entre distintas deidades que comparten lazos relacionados con la fertilidad femenina, la maternidad, el papel de la mujer en el matrimonio y la familia: Isis, Afrodita, Venus, incluso, la Virgen María.

Existen teorías de que en Egipto se realizaban danzas de culto a Isis por sacerdotizas para pedir o agradecer la fertilidad de la mujer y de la tierra. La fertilidad, en la mentalidad antigua, es muy importante, ya que su sistema de explotación económica y medio de vida dependían de la tierra, la “gran madre” y velaban por su fertilidad, como otras tantas culturas antiguas o de religión animista. La mujer era representante de la tierra, era madre e importaba más su vientre que cualquier otra cosa, una mujer era la fertilidad al igual que la tierra, una mujer era un vientre. De hecho, esta danza imita los movimientos sexuales y de parto femeninos, se adapta al cuerpo femenino aunque puede ser bailada por hombres.

Siguiendo la teoría de las sacerdotizas egipcias, en los templos solían haber castas sacerdotales masculinas pero a las diosas de la fertilidad las adoraban y mantenían su culto mujeres. Isis, la gran madre, diosas de la fertilidad femenina, de la fertilidad de la tierra y de la magia, era adorada mediante una serie de rituales ancestrales, entre ellos la danza. 

Esta comenzó a ser bailada con ondulaciones que imitaban los movimientos de la mujer en las relaciones sexuales y durante el parto, pero también con fuertes vibraciones y golpes de cadera al son de tambores. Con el tiempo, estas sacerdotisas, acompañadas de instrumentos musicales, entraban en trance e incorporaban más movimientos que trabajaban la parte más femenina de la mujer, su vientre. Fueron enseñando  esta danza a las mujeres en edad fértil para que sus partos fueran más fáciles, una especie de clases de pre-parto, cuando esta se disponía a dar a luz, las sacerdotisas comenzaban a girar frenéticamente a su alrededor imitando los sensuales movimientos del parto para ayudarla e hipnotizarla contra el dolor.

Como también velaban por la fertilidad de la tierra, las mujeres aprendían unos movimientos muy básicos para danzar delante del pueblo y pedir a las diosas que sus cosechas fueran buenas.
Cuando la cultura greco-latina llegó a Egipto, aportaron algunos elementos culturales y rituales propios de la fertilidad, enriqueciéndose dicha danza, además estos habían asimilado ya la cultura de otros pueblos que habían conquistado.

Con la expansión del Islam pasará lo mismo, la cultura musulmana se irá nutriendo de aquellos pueblos a los que llega y asimilará esta danza como un elemento propio, pasando a ser relacionado con su cultura y desvirtuándose su origen espiritual. Con los siglos irá ganando peso la connotación sexual y seductora de la danza oriental. La expansión musulmana añadió los elementos de bailes folklóricos de los diferentes territorios donde llegó el Islam, ya que los harenes se fueron llenando de mujeres de distintos orígenes de Oriente Medio, Próximo Oriente, Norte de África y al-Andalus. La danza oriental pasó a ser bailada como un medio de conquista y seducción de las mujeres del harén por ganarse la atención de su amo o marido.

En el s.XIX el Imperio Otomano llamaba la atención por su exotismo. Las mujeres eran explotadas sexualmente como concubinas en los harenes, conocidas como odaliscas, y bailaban la danza oriental para seducir a los hombres a los que debían satisfacer. De esta forma nace el rask al-baladi o danza del pueblo o nacional, una danza más básica y folklórica centrada en los movimientos del vientre, de ahí danza del vientre, ya que la danza oriental o rask al-shark engloba a las danzas de Oriente Medio y norte de África, estilos clásicos y contemporáneos, danzas folklóricas y modernas.


En el harén había tantas mujeres que había que destacar de alguna forma, las mujeres ocupaban diferentes rangos desde la primera esposa o principal hasta la cuarta esposa, según la riqueza del marido y dueño del harén. Pero también podía tener concubinas sexuales ofrecidas como regalo o capturadas en la guerra; odaliscas, que eran concubinas que conocían las artes de la música, danza y poesía y también se ofrecían, como prostitutas, a otros hombres, por parte de sus dueños, para amenizar veladas y fiestas; esclavas  o eunucos que servían a las esposas y mujeres del harén y al propio amo en servicos de limpieza, aseo personal, cocina, cuidado de los niños, etc.

Esto llevaba a las mujeres a aprender poesía, canto, tejer y danzar para seducir al sultán y convertirse en la favorita y de esta forma pasa a ser la danza de las odaliscas o prostitutas reales.Teniendo en cuenta que el harén era un lugar de reunión de mujeres de diferentes países y culturas, aquí es donde se engendra la danza del vientre que actualmente conocemos, una danza de exhibición que va perdiendo sus orígenes espirituales y ganando terreno a una interpretación exótica de entretenimiento sexual. 

Con la expansión colonial europea y la llegada de expediciones al continente africano y al Próximo y Medio Oriente, se comenzó a conocer esta danza en occidente y a extenderse al mundo de los imperialistas.  En el s. XIX, se empezó a ser exhibir entre los hombres de clase alta como algo exótico y atractivo, algunas mujeres occidentales empezaron a aprenderla, sin emabrgo, se consideraba algo inmoral y relegado a la intimidad del matrimonio.
Las películas de oeste americanas le dieron una  gran popularidad conociéndose como danza del vientre por occidente y desvirtuándose por completo su significado, handicap sexual que aún arrastra. Se convierte en un medio turístico en países islámicos, dentro de clubes o como compañías de danza folklórica en Egipto, por ejemplo, la famosa companía de baile nacional de Mahmoud Reda.

En el s. XX comienza a popularizarse y perder su fama inmoral y aparecen las primeras figuras internacionales conocidas: Mata Hari, Dalilah, Fifi Abdu, Mahmoud Reda,...y en los últimos años se ha puesto de moda. 

Es entonces cuando surge la danza del vientre o danza oriental como espectáculo. La bailarina aprende sus orígenes, se forma en folklore egipcio, turco, libanés,... incorpora elementos de danza clásica y contemporánea, utiliza elementos para dar mayor esplendor a la exhibición como el velo, el sable, melaya, bastón, pandereta y crótalos,... La danza empieza a evolucionar y a surgir estilos nuevos y menos clásicos como el American Tribal Style o Fusión Tribal, que nace como necesidad de recuperar los orígenes de esta danza y protesta contra el espectáculo de lentejuelas y exhibición del cuerpo femenino en el que se había convertido. A este estilo le dedicaremos otra entrada.

Actualmente, la danza oriental no está regulada en España y se estudia siguiendo las directrices de cada maestra o monitora de danza oriental. Predomina el estilo egipcio clásico aunque se está abriendo campo hacia otros estilos folklóricos y más modernos. Se realizan tanto talleres y galas en festivales de danza oriental como workshops con artistas internacionales y nacionales. Es muy conocido el famoso festival egipcio anual de Ahlan wa Sahlan organizado por Raqia Hassan, donde numerosas bailarinas acuden a formarse con bailarinas y bailarines de prestigio y reputación de este mundo. 




¡¡¡ Que la Danza sea parte de tu Vida !!!